Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: ¿No han podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora? No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas. (Mt.26:40-41) TLA
Aunque le habían fallado sus discípulos, Jesús de manera misericordiosa reconoció la sinceridad de su débil amor por Él.
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