El reino de Dios es como un tesoro escondido en un campo. Un día, un hombre encontró el tesoro y lo escondió allí otra vez. Estaba tan feliz que fue y vendió todo lo que tenía y compró ese terreno.(Mt.13:44) PDT
El Espíritu Santo espera ser el objetivo de alguien que esté dispuesto a vender todo aquello por lo que la mayoría vive por acumular como placer, posición, comodidad, pertenencias o aprobación humana para ganarle a Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario