Cuando los lugareños vieron que la víbora pendía de su mano, se dijeron unos a otros: «Con toda seguridad este hombre es un homicida, pues logró escapar del mar, pero la justicia lo ha alcanzado y no lo dejará vivir.» Pero Pablo se sacudió la víbora y ésta cayó en el fuego, sin que Pablo sufriera ningún daño.(Hch.28:4-5) RVC
Los que te quieren ver derrotado, todavía no percibieron que, al igual que Pablo, portas una unción de supervivencia.
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