Dios mío, crea en mí un corazón limpio. Una vez más quiero ser fiel en mí espíritu. No me alejes de ti; ni me quites tu santo Espíritu. Hazme sentir de nuevo la alegría de tu salvación; y que me sostenga tu Espíritu que me guía. (Sal.51:10-12)PDT
Nuestro verdadero arrepentimiento siempre nos devuelve a la presencia de Dios.
Nuestro verdadero arrepentimiento siempre nos devuelve a la presencia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario