El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.(2Co.1:4)
Si realmente deseas ser usado por Dios, debes entender una verdad poderosa: las experiencias que mas te han dejado resentido y lastimado en la vida, las que has ocultado y olvidado, son las que Dios quiere que uses para ayudar a otros. ¡ellas son tu ministerio!
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