Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.(Mr.8:34-35)
Cuando Jesús dijo esas palabras, no solo estaba dándonos la receta para ir al cielo, sino también la receta para vivir una vida de excelencia aquí en la tierra.
Cuando Jesús dijo esas palabras, no solo estaba dándonos la receta para ir al cielo, sino también la receta para vivir una vida de excelencia aquí en la tierra.