Mire, aquí está Rebeca. Tómela y llévesela, para que sea la esposa del hijo de su amo, tal como el Señor lo ha dispuesto. Llamaron a Rebeca y le preguntaron: ¿Quieres irte con este señor? Y ella respondió: Sí, me voy con él. (Gen.24:51,58) NBV
La expectativa de nuestra herencia espiritual despierta el deseo de ver y estar con Aquel a quien amamos sin haberle visto.
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