Contigo y con tus descendientes haré un pacto que durará para siempre. Debido a este pacto, yo seré tu Dios y el Dios de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les regalaré para siempre toda la tierra de Canaán, es decir, la tierra en que estás viviendo ahora. Y yo seré su Dios. (Gen.17:7-8) NBV
Nuestra entrega debe ser completa, nuestra obediencia absoluta, nuestra fe firmemente fijada en quien nos promete; sólo así Dios puede cumplir su pacto.
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