Después Mardoqueo regresó a la puerta del palacio, mientras que Amán se apresuró a volver a su casa desalentado y totalmente humillado. (Est.6:12)NTV
Lo que rompe el corazón del hombre orgulloso, no interrumpe el sueño del humilde.
Lo que rompe el corazón del hombre orgulloso, no interrumpe el sueño del humilde.
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