Los tres grupos hicieron lo mismo: tocaron sus trompetas y quebraron los cántaros; con la mano izquierda tomaron las teas y con la derecha las trompetas, mientras gritaban: ¡Por la espada del Señor y de Gedeón! (Jue.7.20)RVC
No es nuestra fuerza, sino el quebrantamiento lo que Dios utiliza; no es nuestro don, sino nuestra rendición, no es nuestra independencia, sino nuestra dependencia de El lo que prevalece.
No es nuestra fuerza, sino el quebrantamiento lo que Dios utiliza; no es nuestro don, sino nuestra rendición, no es nuestra independencia, sino nuestra dependencia de El lo que prevalece.
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