Tan pronto  como comenzó el canto de  júbilo y alabanza, el  Señor suscitó la  confusión entre los  amonitas, los moabitas y  los de las montañas de  Seír, que venían a atacar  a Judá, y se enfrentaron  unos contra otros. (2Cr.20:22)SB-MN
La alabanza confunde al enemigo y suelta el poder de Dios.
La alabanza confunde al enemigo y suelta el poder de Dios.
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