Todos los israelitas se quitaron los aretes de oro que llevaban puestos, y se los llevaron a Aarón, quien los recibió y los fundió; luego cinceló el oro fundido e hizo un ídolo en forma de becerro. Entonces exclamó el pueblo: Israel, ¡aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto! (Ex.32:3-4)NVI
Que la prontitud de ellos para dar sus aretes de oro para fabricar un ídolo, nos haga reflexionar nuestra negación y demora en entregar nuestros Diezmos y Ofrendas al Dios verdadero.
Que la prontitud de ellos para dar sus aretes de oro para fabricar un ídolo, nos haga reflexionar nuestra negación y demora en entregar nuestros Diezmos y Ofrendas al Dios verdadero.
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