Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. (Lc.11:1)
Jesús no nos enseñó a predicar, no nos enseñó a cantar. Nos enseñó a orar.
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