Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.(Ecl.3:15)
Dejemos que el pasado duerma, pero que duerma en el pecho de Cristo. Abandona el pasado irreversible en las manos de Dios y avanza hacia el irresistible futuro con Él.
Dejemos que el pasado duerma, pero que duerma en el pecho de Cristo. Abandona el pasado irreversible en las manos de Dios y avanza hacia el irresistible futuro con Él.
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