Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia. (2Ti.4:2) TLA
El evangelio es eterno, pero no tenemos una eternidad para predicarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario