Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron, aquel día que me pusieron a prueba en el desierto. (Heb.3:7-8) NTV
Hay personas que cuando cruzan el desierto se vuelven sensibles pero otras se endurecen.
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