Y tras el terremoto hubo un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Pero después del fuego se oyó un sonido suave y delicado. Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. En esto llegó a él una voz que le decía: “¿Qué haces ahí, Elías?” (1Re.19:12-13) DHH
Si usted por lo general quiere saber cúal es la voluntad de Dios para su vida, ahí está el sonido suave y delicado.
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