Pero Rut le contestó:«No me pidas que te deje; ni me ruegues que te abandone. Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré.»Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré, y allí mismo seré enterrada. »Que Dios me castigue si te abandono, pues nada podrá separarnos; ¡nada, ni siquiera la muerte!» (Rut.1:16-17) TLA
Para ser leales y amorosos en nuestras relaciones personales, debemos imitar la fidelidad de Dios hacia nosotros en nuestro trato con los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario