El que está satisfecho desprecia hasta la miel, pero para el que está muerto de hambre hasta lo amargo es un dulce manjar. (Pr.27:7) PDT
En forma semejante el orgulloso y autosuficiente desdeña el evangelio; pero los que tienen hambre y sed de justicia, encuentran consuelo en el libro o sermón más malo que testifique de Cristo Jesús.
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