Queridos hermanos en Cristo, Dios nos hizo esa promesa. Por eso, para que Dios nos acepte, no debemos hacer el mal, sino mantenernos libres de pecado. Honremos a Dios, y tratemos de ser santos como él. (2Co.7:1) TLA
Si vivimos con Jesús, si vivimos por Jesús, creceremos a semejanza de Jesús, entonces la santidad pronto será una evidencia.
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