Y, debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos. (2Pe.1:4) NTV
Meditar en las grandes y preciosas promesas de Dios son generalmente el preludio de su cumplimiento.
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