Agárrenme y échenme al mar, y la tormenta se calmará. Yo sé que esta terrible tormenta cayó sobre ustedes por culpa mía. Los marineros empezaron a remar con todas sus fuerzas con la esperanza de llegar a tierra firme, pero no lo lograron porque el mar se ponía cada vez más violento y se volvía en contra de ellos. (Jon.:12-13) PDT
A veces las personas inconversas muestran mayor compasión que nosotros los creyentes.
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