El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. (Gen.2:9) NBV
Si damos buenos o malos frutos, es de acuerdo a la condición de nuestro corazón.
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