Pues el Señor no abandona a nadie para siempre. Aunque trae dolor, también muestra compasión debido a la grandeza de su amor inagotable. Pues él no se complace en herir a la gente o en causarles dolor. (Lm.3:31-33) NTV
Frente a tanto dolor y muerte, solo en Dios podemos encontrar consuelo.
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