Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame! (Mt.14:30)LBLA
Cuando quitas la mirada en Jesús, puedes olvidar que tienes un Dios grande y terminas por vivir en el miedo.
Cuando quitas la mirada en Jesús, puedes olvidar que tienes un Dios grande y terminas por vivir en el miedo.
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