Dios le dijo a Salomón: Por cuanto tu mayor deseo es ayudar a tu pueblo, y no pediste abundancia ni riquezas ni fama ni siquiera la muerte de tus enemigos o una larga vida, sino que has pedido sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo como es debido, ciertamente te daré la sabiduría y el conocimiento que pediste. ¡Pero también te daré abundancia, riquezas y fama como nunca las tuvo ningún otro rey antes que tú y como ninguno las tendrá en el futuro! (2Cr.1:11-12)NTV
La prosperidad no es un fin, es una consecuencia de una vida temerosa de Dios.
La prosperidad no es un fin, es una consecuencia de una vida temerosa de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario