Que te alabe otro y no tu propia boca; que lo haga un desconocido, no tus propios labios. (Pr.27:2)NTV
Tener una opinión elevada de nuestra propia sabiduría no es sino halagarnos y el halago de uno mismo es el paso que sigue al de engañarse uno mismo.
Tener una opinión elevada de nuestra propia sabiduría no es sino halagarnos y el halago de uno mismo es el paso que sigue al de engañarse uno mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario