Luego le dijo a Tomas: Mira mis manos y mi costado, y mete tus dedos en las heridas. Y en vez de dudar, debes creer. (Jn.20:27)TLA
Y así como las manos de Jesús se abrieron por los clavos, así las puertas de la bendición se abrieron para ti.
Y así como las manos de Jesús se abrieron por los clavos, así las puertas de la bendición se abrieron para ti.
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