Patrick Zaldívar

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viernes, 25 de noviembre de 2011

¿La Salvación se pierde o no? Parte 2

¿Cual es ahora el fundamento Bíblico para asegurar que la Salvación no se pierde? ¿Enseña realmente la Biblia que si uno es salvo, lo es para siempre? Y la respuesta es SI
Y todo se garantiza en la obra del Padre, el Hijo y El Espíritu Santo
1) Hemos sido Predestinados por Dios: (Por el Plan de Dios)
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó,  a éstos también glorificó." (Rom.8:29-30) 
Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo,  para que seamos santos y sin mancha delante de él.  En amor nos predestinó* para ser adoptados como hijos suyos por  medio de Jesucristo,  según el buen propósito de su voluntad (Ef.1:4-5)
Según el Diccionario se entiende por Predestinación a la elección de Dios desde la eternidad de los que han de salvarse por su gracia.
A los que predestinó,  también los llamó;  a los que llamó,  también los justificó; y a los que justificó,  también los glorificó. (Rom.8:30)
Pablo usa el termino "glorifico" asegurando la seguridad de la salvación, a los ojos de Dios el creyente ya esta glorificado en cielo con Cristo.
2) Por el Poder de Dios que es mas grande que el del diablo.
Mi Padre que me las dio,  es mayor que todos,  y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. (Jn.10:29)
3) Es una promesa de Jesús.
De cierto,  de cierto os digo:  El que oye mi palabra,  y cree al que me envió, tiene vida eterna;  y no vendrá a condenación,  mas ha pasado de muerte a vida (Jn.5:24)
4) Jesús oro por eso
Yo ruego por ellos;  no ruego por el mundo,  sino por los que me diste;  porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo,  y lo tuyo mío;  y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo;  mas éstos están en el mundo,  y yo voy a ti.  Padre santo,  a los que me has dado,  guárdalos en tu nombre,  para que sean uno,  así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo,  yo los guardaba en tu nombre;  a los que me diste,  yo los guardé,  y ninguno de ellos se perdió,  sino el hijo de perdición,  para que la Escritura se cumpliese. No ruego que los quites del mundo,  sino que los guardes del mal. Mas no ruego solamente por éstos,  sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos  (Ro.5:7-12,15,20)
5) Jesús aboga e intercede por nuestra salvación.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió;  más aun,  el que también resucitó,  el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. (Ro.8:34)
Hijitos míos,  estas cosas os escribo para que no pequéis;  y si alguno hubiere pecado,  abogado tenemos para con el Padre,  a Jesucristo el justo. (1Jn.2:1)
Por tanto,  Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,  viviendo siempre para interceder por ellos 
(Heb.7.22,25)
6) El Espíritu Santo nos regenera.
nos salvó,  no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,  sino por su misericordia,  por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (Tit.3:5)
Y yo rogaré al Padre,  y os dará otro Consolador,  para que esté con vosotros para siempre (Jn.14:16)
7) Hay garantía en el Espíritu Santo.
En él también vosotros,  habiendo oído la palabra de verdad,  el evangelio de vuestra salvación,  y habiendo creído en él,  fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras(garantía) de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida,  para alabanza de su gloria (Ef.1:13-14)
Es bueno recordar que somos salvos por gracia, no por merito alguno de nosotros, los méritos los hizo Jesús en la cruz del calvario.
La mejor garantía de la salvación esta en nosotros dice la palabra: Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe;  probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos,  que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? (2Co.13:5)
Hazte las siguientes preguntas?
1¿Disfrutas de una comunión con Dios y con otros creyentes?
2¿Eres sensible al pecado?
3¿Eres obediente a la palabra de Dios?
4¿Que actitud tienes hacia el mundo y sus valores?
5¿Amas a Jesús y a su venida?
6¿Practicas menos el pecado ahora que estas en Cristo?
7¿Amas a otros creyentes?
8¿Has experimentado la respuesta a tus oraciones?
9¿Tienes ese testimonio interno del Espíritu Santo?
10¿Tienes la habilidad espiritual de discernir entre la verdad espiritual y el engaño?
11¿Tienes convicción de la doctrina de la fe cristiana?
12¿Haz experimentado burla o menosprecio por ser cristiano?
Si tu respuesta es afirmativa a todas estas preguntas no te preocupes de perder tu salvación.

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