Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo llevó al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y Satanás quería hacerlo caer en tentación. Durante todos esos días no comió nada; y cuando pasó ese tiempo, tuvo hambre. (Lc.4:1-2) NBV
El primer Adán fue tentado en un hermoso huerto y fracasó, el postrer Adán fue tentado en un peligroso desierto y triunfó.
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