O supongamos que, sin saberlo, tocas algo que queda ceremonialmente impuro, como el cadáver de un animal impuro. Cuando te des cuenta de lo que has hecho, debes admitir tu contaminación y tu culpabilidad. Esto rige por igual, ya sea un animal salvaje, un animal doméstico o un animal que corre por el suelo. (Lev.5:2) NTV
La ignorancia no es lo mismo que la inocencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario