Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él. (2Co.3:18) TLA
Nuestra meta máxima como discípulos es ser cada día un poquito más como Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario