Pero tú, Timoteo, eres un hombre de Dios; así que huye de todas esas maldades. Persigue la justicia y la vida sujeta a Dios, junto con la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. Pelea la buena batalla por la fe verdadera. Aférrate a la vida eterna a la que Dios te llamó y que confesaste tan bien delante de muchos testigos. (1Ti.6:11-12) NTV
En la batalla espiritual saber cuando huir es tan importante como saber cúando y cómo pelear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario