Anoche Dios, a quien pertenezco y sirvo, envió a un ángel que me dijo:“Pablo, no tengas miedo, vas a presentarte ante el emperador. Dios salvará tu vida y la de todos los que navegan contigo”. (Hch.27:23) PDT
Ni siquiera las peores tormentas pueden esconder el rostro de Dios ni estorbar sus propósitos.
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