Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. (Is.53:5)NVI
Nuestras heridas y deseos no cumplidos solamente pueden ser sanados por Cristo.
Nuestras heridas y deseos no cumplidos solamente pueden ser sanados por Cristo.
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