Jesús le respondió: Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios. (Lc.9:62)NVI
Cuando dejas de buscar la presencia de Dios, te estancas y comienzas a volver atrás, regresando a los viejos hábitos y justificación del pecado.
Cuando dejas de buscar la presencia de Dios, te estancas y comienzas a volver atrás, regresando a los viejos hábitos y justificación del pecado.
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