El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos! (Sal.138:8)NVI
La mayor tragedia de la vida no es la muerte, sino vivir una vida sin propósito.
La mayor tragedia de la vida no es la muerte, sino vivir una vida sin propósito.
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