Tu propia maldad te castigará, tu infidelidad te condenará. Piensa y verás lo malo y amargo que ha sido que me abandones y que no me hayas honrado, a mí, que soy el Señor tu Dios. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo. (Jer.2:19) DHH
Dios no castiga; solo deja que veas las consecuencias de haberlo dejado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario