Pero David insistió: Cuando cuido el rebaño de mi papá y viene un león o un oso a llevarse una de las ovejas, yo lo persigo, lo ataco y recupero la oveja. El animal salvaje me brinca, pero lo agarro de la piel debajo de su hocico y lo golpeo hasta matarlo. Así maté un león y un oso. ¡Y así mataré a ese filisteo pagano! Morirá por haberse burlado del ejército del Dios viviente. El Señor me salvó del león y del oso, y también me salvará de este filisteo. Saúl le dijo a David: Ve y que el Señor te acompañe. (1Sa.17:34-37) PDT
Muchas veces Dios te mantiene por largo tiempo oculto; en la sombra, te esconde durante años de la mirada de los hombres para que aprendas a vivir solo para la mirada de Dios.
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