No se emborrachen, pues perderán el control de sus actos. Más bien, permitan que sea el Espíritu Santo quien los llene y los controle. (Ef.5:18) TLA
Un hombre lleno del Espíritu Santo no se emborracha; sin embargo, podría usted estar sobrio y no estar lleno del Espíritu Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario