Yo le digo al Señor: Tú eres mi refugio y en ti estoy seguro; eres mi Dios, y en ti confío. Porque él te libra de todas las trampas y te protege de plagas mortales. (Sal.91:2-3) NBV
Cobijados bajo las alas de Dios estamos sanos y sin miedo de ninguna plaga en nuestra vida.
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