Como un refinador de plata se sentará y verá cómo se quema lo malo de su pueblo. Purificará a los levitas, los ministros de Dios, y los refinará como se refina el oro o la plata, a fin de que se dediquen a las cosas de Dios con limpio corazón. (Mal.3:3) NBV
Toda prueba de fuego nos depura, nos limpia y por ende nos hace mejores.
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