El amor no sufre del miedo. Por el contrario, el amor que es maduro echa fuera el miedo, pues el miedo tiene que ver con el castigo. Así que el que sufre del miedo, todavía tiene que madurarse en el tema del amor. (1Jn.4:18)PDT
Un miedo desproporcionado crea un campo de batalla falso.
Un miedo desproporcionado crea un campo de batalla falso.
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