David ya estaba próximo a morir, así que le dio estas instrucciones a su hijo Salomón: Según el destino que a todos nos espera, pronto partiré de este mundo. ¡Cobra ánimo y pórtate como hombre! (1Re.2:1-2)NVI
La verdadera hombría no se trata de agresividad o virilidad, se trata de responsabilidad.
La verdadera hombría no se trata de agresividad o virilidad, se trata de responsabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario