A los malvados el pecado les susurra en lo profundo del corazón; no tienen temor de Dios en absoluto. Se quedan despiertos por la noche tramando planes pecaminosos; sus acciones nunca son buenas; no hacen ningún intento por alejarse del mal. (Sal.34:1,4)NTV
Los que emprenden el viaje de la vida por las vías del mal, saben por dónde empiezan, pero no por dónde acabarán.
Los que emprenden el viaje de la vida por las vías del mal, saben por dónde empiezan, pero no por dónde acabarán.