No hay quien pueda compararse al sabio, ni quien sepa todas las respuestas. El que es sabio siempre se ve sonriente y amable. (Ecl.8:1)TLA
El resentimiento viene de mirar a los demás; la alegría viene de mirar a Dios.
El resentimiento viene de mirar a los demás; la alegría viene de mirar a Dios.
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