Mientras tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música del baile. Entonces llamó a uno de los siervos y le preguntó qué pasaba. Ha llegado tu hermano le respondió y tu papá ha matado el ternero más gordo porque ha recobrado a su hijo sano y salvo. Indignado, el hermano mayor se negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera. (Lc.15:25-28)NVI
Jamas sabrás si crees en la gracia hasta que te halles en una posición en que tengas que dársela a alguien que no la merece, o en una situación que necesites que otro te la imparta.
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