"quien le dijo: «¡Rey Josafat, y todos los que viven en Judá y en Jerusalén, escuchen bien esto! Dios dice que él peleará contra ese ejército tan numeroso, así que no se alarmen ni tengan miedo. »El día de mañana, ellos subirán por la cuesta de Sis; ustedes salgan a encontrarlos donde termina el río que está frente al desierto de Jeruel. Pero no los ataquen; más bien quédense quietos allí, y sean testigos de cómo Dios peleará contra ellos».
"Y en cuanto empezaron a cantar, Dios confundió a los enemigos de Judá. Fue tal la confusión, que los amonitas y los moabitas atacaron a los de Seír, hasta que acabaron con todos. Luego, los amonitas y los moabitas se pelearon entre ellos, y acabaron matándose unos a otros. Así fue como cayeron derrotados."
(2Cr.20:15,22)
El rey Josafat se enfrento a tres ejércitos mucho mas poderosos y numerosos que el, pero el busco a Dios de todo corazón y le dijo lo mismo a todo el pueblo y mientras oraban para que Dios los librara de la batalla, se presento un profeta y le dijo las palabras del v.15 y mientras ellos recibían estas instrucciones para la batalla, el pueblo se postro en adoración.
Seguramente que ellos se quedaron sorprendidos por tales instrucciones que recibieron de parte de Dios para ganar la batalla, porque estaban todos temerosos porque se enfrentaban a una derrota segura pero Dios les ordeno estar quietos y que adoren.
La alabanza y la adoración se convierten en armas poderosas contra aquellos enemigos que son mas fuertes que nosotros. Mientras seamos obedientes de adorar a Dios en todo momento y circunstancia, estamos dejando que Dios envíe las emboscadas contra nuestros enemigos y son destruidos ante nuestros ojos y al final nosotros como el pueblo de Israel nos esforzamos en recoger el botín que se queda producto de la derrota al enemigo.
El Arma de Josafat fue la Adoración
Nunca dejes de adorar a Nuestro Dios, El se merece toda Alabanza y Adoración
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